Descubre tus propios músculos.
Y tus motivaciones.
Y tus ventajas competitivas.
Conoce tus limitaciones.
Rodéate de gente que te complemente y que te aporte. Sé curioso.
No compres nada que no resuene en ti.
Aprende cada día.
Disfruta del camino.
Respira hondo cuando erres.
Levántate al caerte sin compadecer tu mala suerte.
Ten paciencia.
Vive el #Largoplacismo.
Sé humilde para cambiar de opinión.
Despierta tu fuerza interior.
Celebra tus éxitos junto a los que más quieres.
No te compares.
Cuida a los que te rodean.
No persigas el dinero.
Crea valor allá donde vayas y el dinero quizás vaya detrás de ti. O quizás no. De momento.
Arriesga, pero trae el salvavidas contigo.
Empieza andando, luego trota, disfruta del ritmo de una buena carrera de 10.000 metros y sé capaz de esprintar cuando sea necesario.
Cuando el mundo parezca que se ha puesto en tu contra ponte las zapatillas y suda un poco.
Haz cien sentadillas.
O veinte flexiones.
O diez abdominales.
Ve a dormir temprano y despierta junto al sol.
Encuentra tu espacio.
Sin ruidos. Con calma.
Enfréntate a ti mismo.
Mira minuciosamente y de frente a tus miedos.
Escribe a tus miedos.
Ponte en el peor de los escenarios.
Ilustra esos malditos escenarios.
Limita esas potenciales malditas pérdidas.
Tómate un café (o un té) y despierta tu cerebro aturdido.
Deja que los rayos del sol acaricien tus brazos y que la brisa matutina masajee tu rostro.
Mírate al espejo. Y fíjate en lo perfecta que es tu oreja.
Analiza oportunidades.
Habla con vendedores. Con agentes. Con banqueros. Con tu pareja o con amigos.
Y vuelve a empezar el día.
Ve a dormir temprano y despierta de nuevo junto al sol
Y un día irás al notario.
Tu primera vivienda.
Si has hecho bien los deberes habrás conquistado un trocito de libertad.
O quizás un trocito de esclavitud.
Sigue aprendiendo.
Recuerda ir a dormir temprano y despertar de nuevo junto al sol.
La libertad, la esclavitud.
Dos conceptos tan diferentes.
Dos conceptos tan iguales.
Solo tu cabeza define si eres libre o eres un esclavo.
Cuida tu cabeza.
Y cuidarás tu libertad.
Sigue aprendiendo.
Y sobre todo…
… No olvides ir a dormir temprano y despertar de nuevo junto al sol.
«Un trocito de (tu) libertad» forma parte del libro Largoplacismo Inmobiliario
Foto que encabeza el manifesto: Despierta de nuevo junto al sol (Unsplash)
Enhorabuena una vez mas Alberto. Muy inspirador solo que aqui en alemania el sol (ni) brilla por su ausencia
Me alegro Rafael que haya resultado inspirador.
Respecto a lo del sol de Alemania creo que poco puedo hacer por mi lado 😉
Saludos!
Me ha arrancado una sonrisa inesperada mientras lo leía.
Me ha gustado.
Gracias.
Esta temática en formato poema ha sido un contraste inspirador.
Voy a por el libro y….
Que no se me olvide ir a dormir temprano!
Sonreír relaja nuestras constantes vitales…
…me alegra haber contribuido en un poquito de tu bienestar.
¡Disfruta del libro Vicente… y si dejas una review en Amazon al final de leerlo (tanto si te gusta como si no) mejor que mejor!
Saludos!